Notas de Joe Galatro
BUSCO EN LA MUERTE LA VIDA,
Miguel de Cervantes Saavedra
salud en la enfermedad,
en la prisión libertad,
en lo cerrado salida
y en el traidor lealtad.
Pero mi suerte, de quien
jamás espero algún bien,
con el cielo ha estatuido,
que, pues lo imposible pido,
lo posible aún no me den.
Las contradicciones expuestas en las palabras fielmente organizadas, dan esa demoledora visión de sí mismo que expresa el autor. Al final no sabemos si, con él, reírnos de su infortunio o aceptarlo como parte de su vida. Y como parte de toda vida.
Por el contrario, en el siguiente poema de Cervantes, la alabanza exagerada de Góngora se vuelve casi un irónico insulto por el que algunos seguidores del barroco poeta se rasgan las vestiduras.
Las contradicciones expuestas en las palabras fielmente organizadas, dan esa demoledora visión de sí mismo que expresa el autor. Al final no sabemos si, con él, reírnos de su infortunio o aceptarlo como parte de su vida. Y como parte de toda vida.
Por el contrario, en el siguiente poema de Cervantes, la alabanza exagerada de Góngora se vuelve casi un irónico insulto por el que algunos seguidores del barroco poeta se rasgan las vestiduras.
ELOGIO A GÓNGORA (Fragmento)
Miguel de Cervantes Saavedra
Aquel que tiene de escribir la llave,
con gracia y agudeza en tanto estremo,
que su ygual en el orbe no se sabe
es don Luis de Góngora, a quien temo
agraviar en mis cortas alabanças,
aunque las suba al grado más supremo.
Y como de Góngora tratara nuestro amigo, traemos a este círculo estrecho a don Luis con una de sus obras donde penetra en el amor a través de la lengua. Es decir, su verbalidad exalta con sonora adjetivación un proceso de extasío. Valgan sus palabras más que comentario alguno.
LA DULCE BOCA QUE A GUSTAR CONVIDA
Don Luís de Góngora y Argote
un humor entre perlas distilado,
y a no invidiar aquel licor sagrado
que a Júpiter ministra el garzón de Ida,
amantes, no toquéis si queréis vida,
porque entre un labio y otro colorado
Amor está, de su veneno armado,
cual entre flor y flor sierpe escondida.
No os engañen las rosas, que a la Aurora
diréis que, aljofaradas y olorosas,
se le cayeron del purpúreo seno;
manzanas son de Tántalo y no rosas,
que después huyen del que incitan ahora,
y sólo del Amor queda el veneno.
Como de elogiar a Góngora se trata, en este homenaje a Cervantes. Colocamos de colofón este otro poema del inefable Lope de Vega que al poeta siempre glorificó.
A DON LUIS DE GÓNGORA
Lope de Vega
y grave, ennobleciste el instrumento
más dulce, que ilustró músico acento,
bañando en ámbar puro el arco de oro,
a ti lira, a ti el castalio coro
debe su honor, su fama y su ornamento,
único al siglo y a la envidia exento,
vencida, si no muda, en tu decoro.
Los que por tu defensa escriben sumas,
propias ostentaciones solicitan,
dando a tu inmenso mar viles espumas.
Los ícaros defienda, que te imitan,
que como acercan a tu sol las plumas
de tu divina luz se precipitan.
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